El autoconocimiento nos permitirá tomar mejores decisiones y elegir caminos que nos lleven hacia una vida más plena.
Todo el mundo diría que se conoce a sí mismo, que sabe quién es. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones lo que conocemos sobre nosotros mismos es lo que los demás ven o nos han dicho que somos.
Desde nuestra infancia nuestros padres, familiares, profesores, amigos nos han devuelto una imagen de nosotros mismos que hemos tomado sin cuestionar hasta qué punto es cierta.
Requiere madurez y valentía analizar la imagen de los demás y la nuestra propia.
También hay aspectos negativos que metemos de forma consciente o inconsciente en el "trastero" para no tener que enfrentarnos a ellos porque nos dan miedo, eso es natural.
Sin embargo, algunos de ellos pueden estar influyendo en el presente de forma activa en nuestra vida diaria y condicionando nuestro bienestar.
El autoconocimiento implica coraje y fuerza para decidir que nuestra vida necesita un cambio y que los patrones antiguos nos hacen sufrir. Encarar el sufrimiento y ponerlo sobre la mesa necesita tiempo y sobre todo un acompañamiento de un profesional sensible y respetuoso. Cada proceso personal es único.
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