Un parásito llamado culpabilidad…




Muchos padres sienten, en mayor o menor medida, que durante su labor de crianza les acompaña un sentimiento como un parásito de gran resistencia. Uno que se fue acoplando por la puerta trasera sin darse cuenta, como un ladrón que entra en una casa a robar: la CULPABILIDAD.

Sin duda, la experiencia de tener hijos es única pero no necesariamente ha de ser tan idílica como nos la pinta nuestra tradición cultural. Es curioso que para dar un paso tan importante como es tener un hijo, una persona apenas reciba información y formación (a diferencia, por ejemplo, de la preparación para un trabajo profesional).

Al nacer un hijo, la responsabilidad y preocupación por “hacerlo bien” puede caer como una losa muy pesada para muchas personas. Por lo general, estas inquietudes suelen ocultarse ante los demás (e incluso a uno mismo) y se transforman a veces en actitudes hostiles hacia el niño.

En muchos casos, los padres se sienten cuestionados si no pueden gestionar adecuadamente la conducta de su hijo cuando, la verdad es que ¡nunca fueron instruidos en cómo hacer de padres!
El cuestionamiento puede venir de la propia pareja, también de los abuelos, amigos, maestros y de la sociedad en general.
 

Cuantas veces hemos mirado inquisitivamente a una madre o padre cuando un niño ha montado “el numerito” en un lugar público. Por supuesto, es tarea del padre y la madre educar y contener la rabieta de su hijo pero a este difícil trabajo le estamos añadiendo un elemento más que dificultará la labor paterna por su cualidad paralizante y defensiva: la culpabilidad.


Sería maravilloso que cada padre y madre pudiesen liberarse de una losa tan pesada y sentirse más libres para dedicarse a la paternidad, a su paternidad.

En mi opinión, esto sólo puede lograrse mediante un trabajo personal de cada individuo consigo mismo y empezar a valorarse más, no dando tanta importancia a lo que los demás piensan y dejando caer como la lluvia las críticas poco constructivas y juicios negativos. Solo cuando desaparezca el parásito de la culpabilidad podrá un padre/madre empezar a incorporar adecuadamente los consejos constructivos que le ayudarán en su labor sintiéndose más libre, más capaz, más feliz.

No tengas miedo.
Lo más importante no es lo que hayas hecho sino lo que puedes hacer a partir de ahora…

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Dra. Carolina Callejas Alejano